A medida que avanzaba el tiempo, la biografía de Emily Dickinson se oscurecía. Las señales, luces de esta, se apagaban hacia la completa oscuridad — un barco desapareciendo mar adentro — Poco de lo que sabemos del mar profundo es su sonido cuando cerca, en tanto nos alejamos, el mar crece, desaparece con el cielo, mudo — imponente. Hacia la adultez, el despliegue — la perfección de la obra, Emily se convirtió en mito, el Mito.